Si todo arte, por definición, ofrece un lenguaje universal, el Naif, hace a este lenguaje más diáfano y más directo, más puro y elemental, más cercano al sonido interno de las cosas, puesto que, como señala Kandinsky, "es un cosmos de los seres espritualmente activos"

(Cristobal Lopez Carvajal)

sábado, 24 de abril de 2010

Un poco de historia

Por Julia Sáez-Angulo

Conviene afirmar de una vez por todas, que el arte naïf, primitivo, ingenuista o arte ínsito –de todas estas formas se le denomina- quedó institucionalizado como “género singular”, a partir de la gran exposición retrospectiva que en 1911 se le dedicó al artista francés Henri Rousseu, el Aduanero, en el Salón de los Independientes y a la monografía que en 1913 le publica W. Udhe.

Ivan Generalic

La institucionalización del ingenuismo se consolida por el hecho de que el circuito comercial de las galerías, subastas y marchantes de arte, lo promocionan; grandes escritores o artistas como Max Jacob, Picasso o Le Corbusier lo apoyan y los coleccionistas lo adquieren y conforman con él museos de envergadura como el de Max Fourny en París o Île de France, y el de Sainte Elaine en Niza con la colección de Anatole Jawlensky.

Francia, meca del arte en la primera mitad del XX, fue por tanto el país que definió, exaltó y difundió el aprecio del arte naïf y de ahí saltó a su valoración internacional.

Ivan Rabuzin

A partir de aquí algunas escuelas de arte ingenuista, como la yugoslava, la polaca, pintada bajo vidrio o la de Haití y Santo Domingo, cobraron reconocimiento en un mercado internacional cada vez más interesado por una pintura animada que devolvía a la mirada de los espectadores el gusto por la alegría de vivir.

Pintura desenfadada y sin complejos que irradiaba su cromatismo a las retinas.

Ivan Generalic

Museo de arte naif croata http://www.hmnu.org/

Ivan Rabuzin http://www.rabuzin.com/

No hay comentarios: