Si todo arte, por definición, ofrece un lenguaje universal, el Naif, hace a este lenguaje más diáfano y más directo, más puro y elemental, más cercano al sonido interno de las cosas, puesto que, como señala Kandinsky, "es un cosmos de los seres espritualmente activos"

(Cristobal Lopez Carvajal)

sábado, 24 de abril de 2010

Higinio Mallebrera

La diosa de las flores
Nos dice Vallejo-Nájera en su libro "Naïfs españoles contemporáneos" de 1975, sobre Mallebrera:

Mallebrera es uno de los pintores más importantes del mundo naïf y con su sola presencia algunos de los tópicos más frecuentes sobre "lo naïf": La torpeza para el dibujo, la falta de perspectiva y de sombreado se suele tomar como rasgos típicos del naïf. Efectivamente, se dan con frecuencia, y la falta de sombras, por ejemplo, es lo que le da ese caráter de realidad irreal, de mundo onírico un tanto surrealista que tienen algunos naifs.

Pero estos rasgos no son "cuualidades"; sino más bien defectos que dificultan que esa pintura tenga la talla de tal pintura y no se quede en "graciosa y decorativa".

Mallebrera dibuja magnificamente, y es curiosa la disparidad de resultados cuando copia de un grabado o una fotografía, en que la fidelidad es "fotográfica" a cuando inventa. Entonces el espectador puede pensar que a Mallebrera "le ha salido así", pero el pintor insiste en que "es así".
En cuanto al sombreado y perspectiva ya hemos visto la importancia y el cuidado que pone en lograrlos; lo que ocurre es que lo hace a su modo, muy bien, pero "a su modo", creando ese mundo propio, inconfundible, de enorme fuerza.

Los cuadros de Mallebrera son Pintura, naif o lo que se quiera, pero siempre Pintura, con mayúscula.
Higinio Mallebrera muere en Barcelona en el año 1980 a la edad de 89 años.

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